Basoa V
Es la última obra de la serie Basoa cuya título es una palabra vasca que significa bosque. Este bosque de acero de grandes dimensiones está ideado por el artista para ser colocado en diálogo con la naturaleza rodeado de árboles. Su gran escala facilita la interacción con los elementos naturales y sus formas orgánicas son claro ejemplo de la influencia que lo natural tiene en la obra de Chillida. La escultura remite además a la metáfora del árbol con la cual Chillida se sentía tan identificado para hablar de sí mismo. En efecto el artista se veía a sí mismo con un árbol con las raíces ancladas en su tierra, su País Vasco natal y con las ramas extendidas hacia el mundo. El título es una palabra vasca, si bien él no hablaba el idioma sí que quería que su obra lo hiciera de esa forma también muestra como su origen ha marcado también su forma de expresarse. Por otro lado, otra cuestión a señalar en esta obra es la presencia de tres elementos en interacción. Aquí la simbología del número tres se hace evidente, es un número con una fuerte carga que se relaciona además no solo con las matemáticas sino también con la filosofía y con la religión, un número mágico que para Chillida rompía con la dualidad del número dos siendo más dialogante y tolerante.