Elogio de la arquitectura XIV (1994), obra realizada por Eduardo Chillida en acero Corten ha sido cedida temporalmente por el Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco, a cuyos fondos pertenece, para el espacio de la colección permanente de Chillida Leku. La obra se exhibe junto al caserío Zabalaga, elogiando la arquitectura como concepto escultórico.
Compuesta por tres volúmenes sobre una base rectangular, Eduardo Chillida construye un espacio que se podría considerar urbano. Aunque se apartó relativamente pronto de sus estudios de arquitectura para dedicarse a la escultura, el concepto de construir con el espacio y la materia tomó fuerza en su obra a partir de los años sesenta, convirtiéndose, en gran medida, en el eje de su práctica escultórica.